VÉRTICE
la tarde está en calma
se abre al sosiego protector
y sin embargo
todo está en movimiento:
declina la luz en el cenit
nacen y crecen hierbas
insectos y flores zumban como abejas
perfumando el aire
por los troncos erguidos
sube la savia silenciosa
mientras late nuestra sangre
el vértigo me lleva
y siento
que estoy en la punta del árbol
que mece el bosque
la locura gira en torbellino
cierro los ojos: pero el vértigo me encierra
en círculos concéntricos
cada vez más veloces
hacia el vértice final y oscuro
de la última vuelta.
Inés Bianchi.